- Ligereza y manejabilidad: Con un gramaje de solo 145 gr/m², el mallazo de fibra es extremadamente ligero, lo que facilita su transporte e instalación, especialmente en áreas de difícil acceso o en proyectos de rehabilitación donde el peso es una consideración crítica.
- Resistencia a la corrosión: A diferencia de las mallas de acero, el mallazo de fibra no se oxida ni se ve afectado por la humedad, lo que prolonga la vida útil de las estructuras donde se emplea y reduce la necesidad de mantenimiento.
- Ahorro en costos de mantenimiento: Al ser resistente a la corrosión, este tipo de mallazo reduce significativamente los costos de mantenimiento y reparación a lo largo del tiempo, ofreciendo una solución económica y duradera.
- Fácil instalación: La ligereza y flexibilidad del mallazo de fibra permiten una instalación más rápida y sencilla, lo que puede traducirse en una reducción de los tiempos de obra y, por ende, en un ahorro en costos laborales.
El mallazo de fibra es una malla estructural especialmente diseñada para ser utilizada en la armadura de hormigón en obras de rehabilitación.
Con una malla de 40 x 40 mm, este producto se caracteriza por ofrecer una alta resistencia a la tracción, contribuyendo a la integridad estructural del hormigón sin añadir peso significativo al forjado.
Su gramaje de 145 gr/m² hace que sea ligero y manejable, lo que facilita su instalación y manipulación en diversas aplicaciones constructivas.
Este tipo de mallazo es una excelente alternativa a las tradicionales mallas de acero, proporcionando beneficios adicionales como la resistencia a la corrosión y una mayor flexibilidad, lo que resulta en una mayor durabilidad y menos mantenimiento a largo plazo.
Mallazo de fibra
Malla de 40 x 40 mm.
Indicada para armaduras de hormigón en obras de rehabilitación, por aportar resistencia sin añadir apenas peso al forjado.
Gramaje: 145 gr / m2
Recomendaciones de uso
Preparación del soporte: Asegúrese de que la superficie donde se va a instalar el mallazo esté limpia y libre de polvo, grasa u otros contaminantes que puedan afectar la adherencia del hormigón.
Corte a medida: Utilice herramientas adecuadas para cortar el mallazo a la medida necesaria, garantizando que se ajuste perfectamente al área de aplicación sin dejar espacios vacíos.
Anclaje adecuado: Fije el mallazo de fibra correctamente para evitar desplazamientos durante el vertido del hormigón. Puede usar ganchos o alambres específicos para este propósito.
Superposición de piezas: Si es necesario usar más de una pieza, asegúrese de que las mallas se superpongan adecuadamente para mantener la continuidad de la armadura.
Verificación de la nivelación: Compruebe que el mallazo esté correctamente nivelado y alineado antes de proceder con el vertido del hormigón, garantizando así una distribución uniforme de la carga.
Recomendaciones de mantenimiento
Inspección periódica: Realice inspecciones regulares para asegurarse de que el mallazo esté en buen estado y no presente signos de desgaste o daño.
Limpieza ocasional: Aunque es resistente a la corrosión, es recomendable mantener la superficie del mallazo limpia de polvo y otros residuos que puedan acumularse con el tiempo.
Reparación de daños: En caso de que el mallazo sufra algún daño, repare o reemplace las secciones afectadas de inmediato para evitar comprometer la integridad estructural del hormigón armado.